Visita guiada a Córdoba

Si alguna vez no me encontráis buscadme en Córdoba. Da lo mismo la plaza, calle o soportal. Mis recuerdos os conducirán por empedrados centenarios, colinas milenarias y a la Plaza de la Compañía.

Quiero enseñaros la Puerta de Sevilla, entre el rayo de sol y la muralla, el Puente Romano y la Cuesta del Bailío, que fue testigo de pasos sacros, escalones hacia el cielo y escaleras hacia el alba del Cristo de los faroles en su Plaza de Dolores.

Quiero enseñaros entre canciones y sones de guitarras nobles, los patios de San Basilio, las rondas de la Judería, las fuentes de la Mezquita y los azahares del Patio de los naranjos.

Visitad conmigo y prendaos con los ojos vivos, de una Córdoba milenaria, única ciudad en el mundo merecedora de contar con cuatro Patrimonios de la Humanidad.

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